Cabestrantes de elevación, de remolque o eléctricos: ¡los tenemos todos!
¿Tiene que elevar cargas pesadas o remolcar vehículos? No cabe duda de que necesita un cabestrante y mejor si es eléctrico, ya que es más cómodo y eficaz. Pero, antes que nada, ¿qué es un cabestrante? Y, más concretamente, ¿qué es un cabestrante eléctrico? Un cabestrante eléctrico, al igual que todos los demás tipos de cabestrantes (manuales, térmicos, neumáticos o hidráulicos), es un aparato diseñado para la elevación o el remolque de cargas por medio de un cable o cadena que se enrolla en torno a un cilindro horizontal que se denomina «tambor» de cabestrante.
En el caso de los cabestrantes eléctricos, como es natural, el tambor del cabestrante se acciona por medio de un sistema motorizado que permite enrollar y desenrollar la cadena o el cable a fin de aumentar notablemente sus capacidades de carga. Si, en los cabestrantes manuales, la potencia reside únicamente en la fuerza de los brazos, con los cabestrantes eléctricos la cosa es muy diferente. En efecto, impulsados por su motor, los cabestrantes eléctricos son muy potentes, con capacidades de fuerza de tracción y elevación que alcanzan hasta una tonelada. Los cabestrantes eléctricos, muy prácticos, se pueden conectar a baterías de coche y camión de 12 o 24 V o a redes eléctricas de 220/230 V. Finalmente, los cabestrantes eléctricos presentan una capacidad de carga incontestablemente superior a la de los manuales, todo ello a costes asequibles y con una eficacia multiplicada. ¡Hágase con ellos!
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Su ligereza (de 21 kg a 30 kg) y su tamaño reducido permiten instalarlos en sitios de difícil acceso.
El arrastre del cable por polea con bloqueo y autoapriete proporcional a la carga (mismo sistema que los polipastos Tirfor) ofrece la posibilidad de una altura de subida ilimitada.
El enrollado del cable sobre un carrete diferente facilita su transporte y colocación.
Seguridad de uso: freno motor, parada de emergencia y fin de recorrido alto y bajo regulables.
Cabrestantes con un asa de transporte para facilitar su traslado.
Su ligereza (de 21 kg a 30 kg) y su tamaño reducido permiten instalarlos en sitios de difícil acceso.
El arrastre del cable por polea con bloqueo y autoapriete proporcional a la carga (mismo sistema que los polipastos Tirfor) ofrece la posibilidad de una altura de subida ilimitada.
El enrollado del cable sobre un carrete diferente facilita su transporte y colocación.
Seguridad de uso: freno motor, parada de emergencia y fin de recorrido alto y bajo regulables.
Cabrestantes con un asa de transporte para facilitar su traslado.
Su ligereza (de 21 kg a 30 kg) y su tamaño reducido permiten instalarlos en sitios de difícil acceso.
El arrastre del cable por polea con bloqueo y autoapriete proporcional a la carga (mismo sistema que los polipastos Tirfor) ofrece la posibilidad de una altura de subida ilimitada.
El enrollado del cable sobre un carrete diferente facilita su transporte y colocación.
Seguridad de uso: freno motor, parada de emergencia y fin de recorrido alto y bajo regulables.
Cabrestantes con un asa de transporte para facilitar su traslado.
Kit de opciones para CAB0500, CAB0800 y CAB2000: Cuerda Ø 12 mm, de 16 hilos trenzados, longitud de 150 metros, capacidad de tracción de 30 kN + control remoto de pedal + carro de transporte + 4 cavos de fijación al suelo + correa de amarre
Descubra ya la selección de cabestrantes eléctricos de uso profesional de Manutan. La gama destaca especialmente por algunos modelos: cabestrantes eléctricos de remolque para vehículos de emergencia, para operaciones intermitentes de asistencia por averías, con sujeción desde un vehículo o un punto fijo, con 12 V y cable de acero; cabestrantes de elevación y remolque de baja tensión para usos ocasionales, con motor de frenado monofásico de 230 V; o cabestrantes de remolque y elevación con clase de protección IP 54 contra los riesgos eléctricos, para aplicaciones sencillas como el remolcado de embarcaciones, la elevación, maniobras con portones y escotillas, montacargas, etc.
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Cabestrante eléctrico o manual; ¿qué diferencia hay?
Los cabestrantes eléctricos presentan capacidades de carga de hasta 10 000 kg. Los cabestrantes eléctricos, portátiles y prácticos, se pueden conectar a motores de vehículos o camiones (12/24 V), por lo que se pueden transportar a cualquier sitio. Por lo general, los cabestrantes eléctricos se utilizan para operaciones de manipulación en exteriores y en obras profesionales para tareas de remolcado o tracción. El principio de funcionamiento de los cabestrantes manuales es muy sencillo: manivela para la tracción y elevación con la fuerza de los brazos, que constituye la única fuerza motriz del dispositivo. Por este motivo, la capacidad de elevación y remolcado de los cabestrantes manuales es inferior a la de los eléctricos: sus capacidades máximas son 500 kg en elevación y 2000 kg en remolcado. Así pues, es recomendable reservar los cabestrantes manuales para su uso con cargas pequeñas o en emplazamientos que no dispongan de una fuente de energía.
