A medida que el mercado laboral se vuelve cada vez más complejo, la gestión del talento es una cuestión altamente estratégica para las organizaciones. La crisis sanitaria ha reforzado aún más esta conclusión. Las empresas, con el apoyo de los recursos humanos, no tienen más remedio que repensar su estrategia de gestión de los trabajadores, centrándose especialmente en el desarrollo del talento para prepararse para el futuro.
Como pilar de la gestión estratégica de los recursos humanos, la gestión del talento tiene como objetivo alinear las competencias de una organización con su estrategia global. Hoy en día, el desarrollo de los empleados es una palanca esencial para una buena gestión del talento en las empresas. Está flanqueado por otras palancas como la contratación y la retención de los empleados con el proceso de integración, el desarrollo de la marca de empleador o la estrategia de remuneración.
El desarrollo del talento implica la identificación de las competencias clave para el futuro de la organización y la identificación de las que ya existen dentro de cada equipo para tomar las medidas necesarias. A la vista de esta información, los recursos humanos organizan cursos de aprendizaje para los empleados combinando sus deseos y las necesidades de la empresa, organizan revisiones de personal y establecen herramientas eficaces de evaluación del rendimiento.
En la intersección entre el crecimiento de la carrera, la gestión del rendimiento y las vías de formación, el desarrollo del talento desempeña así un papel importante en la competitividad de las empresas.
La función de compras, que ahora ocupa un lugar estratégico en la empresa, está en el centro de los problemas de desarrollo del talento. Si bien la digitalización está en proceso de alterar el negocio, los equipos de compras se enfrentan a algunos retos adicionales que son igualmente importantes para la empresa. Según una encuesta reciente de Gartner, el 70% de los departamentos de compras se enfrentan a expectativas mucho más altas en materia de sostenibilidad, diversidad o innovación que hace un año1
Por lo tanto, a través de cursos de formación adecuados, los compradores deben desarrollar en los próximos años competencias clave como la compra de innovación, la aplicación de la estrategia de compra responsable y el dominio de las nuevas soluciones digitales.
Brice Malm, antiguo socio sénior de Michael Page especializado en las líneas de negocio de compras y cadena de suministro, explica cómo la evolución de la función de compras depende del desarrollo del talento: “Toda transformación irá acompañada del desarrollo de habilidades asociadas a las nuevas prácticas. […] En los próximos diez años será necesario revisar los programas de formación y la cultura de los compradores para adaptarlos. Los departamentos de compras tendrán que trabajar estrechamente con la dirección general y el departamento de recursos humanos para llevar a cabo una transformación de la función con vistas a la ambición de la empresa”
Al operar en mercados globalizados y ultracompetitivos, las empresas ven a los empleados como un recurso extremadamente valioso. En este sentido, el desarrollo del talento tiene ventajas innegables:
Como se ha mencionado anteriormente, una organización que quiera desarrollar su talento identificará sus necesidades de competencias y formación, basándose en su estrategia global. Ante la rápida evolución del mercado laboral y la acelerada digitalización de las empresas, es necesario tener una visión clara de las carencias de competencias y las prioridades de cada equipo para prepararse para el futuro.
Una empresa que invierte en el desarrollo de sus colaboradores y les ofrece perspectivas de carrera aumentará a cambio su confianza y apoyo. No es una cuestión menor, ya que el 50% de las empresas cree que mantener la motivación y el compromiso de sus colaboradores es uno de los principales retos para los próximos años . Mientras las organizaciones se enfrentan a una fuerte competencia en el mercado laboral y son testigos de grandes oleadas de dimisiones en todo el mundo, retener el talento y asegurar la lealtad parecen ser indispensables.
Una organización que refuerza las competencias de sus colaboradores, especialmente mediante la formación o el coaching, mejorará sin duda su rendimiento individual. Se trata de un enfoque en el que todos salen ganando: no sólo estimula y valora a los colaboradores que adquieren nuevas competencias, sino que también contribuye al rendimiento general de la organización y, por tanto, a su competitividad.
Una empresa que reconoce y valora su talento mejorará su imagen de marca y su atractivo exterior. Se establece un verdadero círculo virtuoso que facilita la contratación. En efecto, los colaboradores que se sientan apoyados en su carrera estarán naturalmente inclinados a dar testimonio positivo de su experiencia comocolaboradores, por ejemplo a través de las redes sociales o de una evaluación de la empresa.
El desarrollo del talento creará así valor tanto para los colaboradores como para la empresa. Este enfoque hacia los empleados también forma parte de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que contribuye a desarrollar el capital humano. Para la función de compras, este es un reto tan importante como el de aplicar una política de compras responsable.