Según las encuestas, el 79% de los teletrabajadores afirman que el teletrabajo aumenta su compromiso con su empresa. Hay varias razones objetivas, pero quizás más inesperadas, que explican el alto nivel de compromiso de los empleados que teletrabajan.
Mientras que el teletrabajo es cada vez más popular debido a las huelgas de finales de 2019, pero sobre todo debido a la crisis sanitaria mundial, el 75% de los empleadores y el 79% de los empleados comparten la misma observación: ¡el teletrabajo refuerza el compromiso de los empleados! Para todos ellos: el 88% de los empleados y el 71% de los empresarios, el teletrabajo significa más eficiencia y productividad. No faltan factores explicativos.
La primera explicación es, obviamente, la reducción del tiempo de viaje. Más allá de las consideraciones de salud, la eliminación de los desplazamientos entre el hogar y el trabajo es la principal motivación del 46% de los empleados para teletrabajar. Y menos desplazamientos significan naturalmente más tiempo disponible para el trabajo, pero también menos fatiga. Esto significa más energía disponible para concentrarse en el trabajo y los resultados.
Trabajar con tranquilidad -sobre todo en condiciones normales, cuando los niños están en la escuela o se les cuida- es sin duda uno de los principales factores de productividad y eficiencia. Y eso es exactamente lo que permite el teletrabajo. Al trabajar a distancia, los empleados tienen menos probabilidades de ser interrumpidos en su trabajo. De hecho, aparte de los momentos conflictivos, como los que siguen al cierre, hay una clara reducción del número de llamadas telefónicas y correos electrónicos durante una jornada de teletrabajo en comparación con un día en las instalaciones de la empresa. Parece que las personas que trabajan tienden a enviar menos correos electrónicos cuando saben que la otra persona está trabajando en casa. Cuatro de cada diez empleados tienen poco o ningún contacto con su equipo cuando teletrabajan. Para el 39% de ellos, estos contactos se producen sólo una vez al día o no se producen.
Como consecuencia directa del punto anterior, para el 88% de los empleados, pero también para el 86% de los empresarios, el teletrabajo permite una mayor autonomía. Este es uno de los principales motores del compromiso y el bienestar en el trabajo. Cuanto más autónomos sean los empleados y más flexible sea el entorno de trabajo, más comprometidos y productivos serán en su trabajo.
Trabajar en paz y tranquilidad, desde casa o posiblemente en un tercer lugar, con menos fatiga relacionada con el transporte y mayor eficiencia, aporta naturalmente una profunda sensación de satisfacción. Un sentimiento que contribuye en gran medida al bienestar general del individuo, más aún si este bienestar es el resultado de una actividad en la que se desenvuelve, y -la guinda del pastel- le permite ganarse la vida. Además, para la gran mayoría de los teletrabajadores: ¡el 89% para ser exactos!, el teletrabajo supone un mejor equilibrio entre la vida personal y la profesional.
La última explicación, aunque probablemente más inesperada, es la neurociencia. Según ellos, elegir y modificar el entorno de trabajo confiere una sensación de control muy fuerte. Como señala Gaëtan de Lavilléon, doctor en neurociencia, la sensación de control está “asociada a una mayor satisfacción laboral en general y, en última instancia, a un mejor rendimiento”. La sensación de control corresponde a la capacidad de influir, modificar o transformar el propio entorno. En el contexto profesional, por tanto, se refiere a la posibilidad de poder organizar el entorno de trabajo para que pueda satisfacer las propias necesidades. El teletrabajo le permite elegir su entorno de trabajo, según sus necesidades e incluso sus deseos.