Una temperatura agradable desempeña un papel importante en la calidad de vida en el trabajo. La exposición al frío puede afectar a la salud y al rendimiento de sus empleados. Si equipas tu oficina o almacén con una calefacción complementaria adecuada, puedes asegurarte de que tus equipos disfruten de unas condiciones de trabajo óptimas. Si el precio de compra de los calefactores para oficinas o almacenes es un factor importante, también hay que tener en cuenta su coste en términos de consumo energético. Actualmente, existen muchos tipos de calefactores complementarios: de gas, eléctricos, de aceite, con ventilador, de cerámica, de baño de aceite, regulables, de interior o de exterior… Te ayudaremos a evaluar sus necesidades, a conocer las características de cada modelo y a comprender mejor lo que está en juego a la hora de calentar el lugar de trabajo.
A la hora de comprar calefactores para tu oficina o tu almacén, es importante tener en cuenta los requisitos de las instalaciones y las necesidades de los empleados. He aquí una lista de cosas que hay que valorar de antemano para elegir los calefactores profesionales más adecuados.
El rendimiento de los distintos modelos de calefactores depende de su potencia. Para saber qué potencia se necesita, hay que tener en cuenta el espacio que se va a calentar. En una sala bien aislada con una altura de techo de 2,5 m, entre 700 y 1000 W pueden calentar 10 m². En salas de más de 30 m², se recomienda instalar dos unidades de calefacción.
Es imprescindible tener en cuenta la distribución del espacio y la ubicación de las aberturas y los flujos de aire dentro de los edificios. La colocación de las puertas y las ventanas influye en la regulación natural de la temperatura. También es esencial informarse sobre el rendimiento del aislamiento de las instalaciones.
Una forma de controlar el coste de la energía es evaluar la calidad del aislamiento del edificio en cuestión. Si hay que mejorarla, el doble acristalamiento, por ejemplo, ayudará a conservar el calor.
Cambiar todo el sistema de calefacción de un edificio, si los antiguos radiadores consumen demasiada energía, también forma parte de una estrategia de ahorro energético.
La selección de la calefacción complementaria depende de la tasa de ocupación y de las actividades que se llevan a cabo en la sala. A la hora de seleccionar la calefacción de la oficina o el almacén, es importante tener en cuenta el número de empleados y visitantes que utilizan el espacio que se va a calentar. Para evitar el gasto innecesario de energía, es posible equipar un edificio que no se utilice con mucha frecuencia con radiadores complementarios, que se pueden encender de forma ocasional y producir calor rápidamente. Para equipar un espacio que esté ocupado durante gran parte de la semana es mejor utilizar calefactores con un nivel elevado de inercia térmica.
Dentro de la amplia gama de calefactores disponibles, cada tipo responde a una necesidad y un uso específicos. Por ello, es importante determinar qué modelo se adapta mejor al entorno y a las necesidades de los usuarios.
El lugar ideal para los calefactores con ventilador es una oficina pequeña, un vestuario o una cocina. Este producto está disponible en versiones pequeñas, ligeras y portátiles y en versiones montadas en la pared. Su precio varía en función de la potencia, que está relacionada directamente con el volumen de la zona a calentar.
Los calefactores cerámicos con ventilador tienen la ventaja de proporcionar un calor uniforme y constante. También son eficientes desde el punto de vista energético. Los calefactores con ventilador oscilantes proporcionan una buena distribución del aire caliente por toda la sala.
Los calentadores de aire forzado son especialmente adecuados para grandes volúmenes y entornos industriales. Con encendido manual o automático, estos calefactores de gas pueden calentar superficies de hasta 750 m3, siempre que la sala donde se encuentren esté debidamente aislada. Están equipados con un ventilador y expulsan hasta 2300 m3 de aire caliente por hora. Pueden llevar un conducto flexible, accesorio que permite dirigir el aire caliente hacia otra sala.
Los radiadores termostáticos se regulan mediante un termostato para mantener un calor constante en las instalaciones de la empresa. Tienen la ventaja de ser eficientes en el consumo de gas. Estos calefactores móviles se conectan directamente a una bombona de gas propano o butano. Existen modelos de radiadores termostáticos disponibles para interior o exterior.
Los calentadores de gas para patios están diseñados para su uso en el exterior. Su bombona de gas encaja en la base. Son portátiles y se pueden trasladar fácilmente con la ayuda de sus ruedas integradas. No requieren ninguna conexión eléctrica.
Los calefactores eléctricos para patios pueden ser independientes o suspendidos. También se pueden utilizar en el exterior, pero solo con tiempo seco.
Es posible equipar los almacenes con calefactores eléctricos de varios tipos: calefactor de aire forzado, radiador, panel por radiación, calefactor de infrarrojos o calefactor radiante. Algunos calefactores de almacén, como los cerámicos, se pueden utilizar de la misma manera que un ventilador convencional para conseguir un efecto de refrigeración.
En la oficina, selecciona calefactores y radiadores eléctricos estéticamente agradables, a juego con el mobiliario existente. Se recomienda elegir aparatos con un termostato que permita controlar fácilmente la temperatura. Algunos incluso cuentan con temporizador. En función de tus necesidades, puedes optar por un calefactor eléctrico móvil (como un calefactor de baño de aceite, por ejemplo) o un modelo montado en la pared.
La temperatura correcta contribuye al bienestar y la seguridad de los empleados en el trabajo, igual que sucede con una iluminación adecuada y un mobiliario ergonómico. Aunque el precio de los calefactores para oficinas y almacenes es un factor que influye en su elección, también hay que tener en cuenta la protección del personal frente a las bajas temperaturas.
La política de responsabilidad social corporativa (RSC) formaliza el compromiso de una empresa con los temas de desarrollo sostenible. Proporcionar equipos de calefacción eficientes para el personal en los almacenes es contribuir a un enfoque de bienestar laboral.
Garantizar la comodidad y la seguridad de los empleados forma parte de la responsabilidad social, que es uno de los tres pilares de la RSC. Un sistema de calefacción que evite el consumo excesivo de recursos también forma parte de la política de RSC, mediante el pilar de la responsabilidad medioambiental. A veces, puede ser aconsejable sustituir todos los calefactores de las oficinas y los almacenes teniendo en cuenta este aspecto, si son antiguos y consumen mucha energía.
El frío se hace sentir en el trabajo tanto en interiores como en exteriores y puede afectar rápidamente a un operario que trabaje en un puesto fijo y ser difícil de sentir cuando se está activo. Las posibles consecuencias de la exposición a bajas temperaturas en el trabajo son numerosas. Pueden producirse accidentes como resbalones o pérdidas de destreza. La exposición prolongada al frío también aumenta el riesgo de trastornos musculoesqueléticos.
En casos graves, se puede producir hipotermia. Se trata de una reacción del cuerpo humano que se produce cuando este deja de ser capaz de regular su temperatura interna. Las consecuencias pueden ser graves y a largo plazo. Los signos de advertencia de la hipotermia son la fatiga severa, la piel fría, el entumecimiento, la somnolencia, la desorientación e incluso la pérdida de conciencia.
Es posible tomar varias medidas preventivas para evitar el frío en el trabajo:
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