A menudo le prestamos poca atención y, sin embargo, siempre está a mano: debajo del escritorio, junto a la máquina de café, en el baño o incluso fuera, cerca de la entrada del edificio o junto a la mesa de pícnic. Dada su amplia gama de ubicaciones y usos, el contenedor de clasificación puede adaptarse a todo tipo de usos: Manutan ofrece más de 4000 productos y soluciones. Papeleras de reciclaje, con cierre automático, de exterior, ecológicas, de oficina… Descubra cómo elegir tu contenedor de reciclaje corporativo y animar a tus empleados a reciclar.
La aplicación de la clasificación selectiva se debe concebir como una verdadera visión corporativa en la que participen los equipos. No se trata solo de prever la instalación de contenedores, la organización y los métodos de recogida, sino que también tiene que ver con la gestión diaria y la sensibilización del personal.
Puede facilitar todos los contenedores de separación del mundo, pero, si tus empleados no saben separar el vidrio del plástico u otros materiales, es probable que todo acabe en la papelera.
Tómese tu tiempo para explicar el interés del proceso de clasificación aprovechando el tiempo libre y los ambientes amistosos:
Tómese también un tiempo para implicar a tus equipos en la gestión del proyecto (posibles soluciones, colocación de contenedores, etc.), para que la clasificación, lejos de ser una limitación, se convierta en un acto reflejo para todos.
Para saber cómo puede lograr que tu empresa sea más sostenible, consulte nuestra guía de compra de nuevos productos ecológicos para tu oficina y almacén.
Antes de elegir sus contenedores de clasificación, debe evaluar sus necesidades, incluso si solo se trata de colocar tres contenedores de clasificación de interior.
Plantéese las preguntas adecuadas:
También es útil ampliar la reflexión más allá de los usuarios de los contenedores de clasificación (quienes los llenan) para integrar las cuestiones de la recogida de residuos, la limpieza y la seguridad. En resumen, se trata de abordar la elección de un contenedor de clasificación de residuos como un proyecto real.
En muchos casos, la elección se guiará por consideraciones prácticas propias de cada ubicación, especialmente en lo que respecta a la forma del contenedor de residuos.
Por ejemplo, una papelera de oficina que se vacíe a diario debe caber fácilmente bajo el escritorio o incluso bajo la cajonera y, por lo tanto, no debe superar unas decenas de centímetros de altura.
En cambio, un contenedor de residuos de cocina, muy utilizado en el restaurante de la empresa, puede tener más altura, tanto para evitar salpicaduras como para reducir la superficie necesaria (para un mismo volumen). También se puede equipar con una base rodante para facilitar la limpieza del suelo.
Se trata de encontrar el factor de forma ideal para la gestión diaria, combinando la capacidad, las dimensiones, la forma general (redonda, rectangular…) y los accesorios.
Como es evidente, todo el mundo busca un contenedor de clasificación de residuos duradero.
Por tanto, es lógico optar por las soluciones más sólidas. Este criterio depende, en gran medida, del uso y la ubicación: es imposible colocar un material encima de otro.
¿Plástico o acero? Sin entrar en los detalles de los diferentes tipos de plástico (PET[1], HDPE[2], etc.), es preciso recordar que estos son generalmente más resistentes a los impactos que el acero, lo que los convierte en la solución ideal para un entorno agresivo (por ejemplo, un taller). Sin embargo, no son del todo adecuados para el sol (salvo los modelos de exterior, tratados específicamente contra los rayos UV) ni al frío, que hace que el material se vuelva quebradizo.
El acero conserva mejor sus propiedades en el exterior, siempre que esté protegido contra la oxidación.
Se pueden considerar muchas alternativas híbridas para determinadas aplicaciones: por ejemplo, para una papelera de exterior, se puede optar por una carcasa de madera (fuerte, duradera y estéticamente agradable) que encierre una papelera «básica» (de plástico o metal), que, a su vez, esté forrada con bolsas de basura. También es posible hacer que un simple cubo de plástico dure varios años «escondiéndolo» dentro de un armario de basura (como los cubos Totem de los restaurantes de comida rápida).
Moraleja: un contenedor de residuos duradero es, ante todo, el que se adapta a tu entorno.
Encontrar el contenedor de clasificación de residuos adecuado para tu empresa es una elección personal, que implica consideraciones técnicas, económicas, operativas y, a veces, incluso estéticas. No obstante, vamos a intentar elaborar una lista de comprobación de los distintos criterios que hay que tener en cuenta:
También hay que tener en cuenta otros elementos:
La herramienta de selección de contenedores de Manutan:
¿Cómo elegir un contenedor de separación de residuos? Hay una aplicación para ello. A partir de tres grupos de preguntas sencillas y no técnicas, le ayudamos a identificar las soluciones más adecuadas para sus necesidades.
Solo necesita conocer la capacidad prevista (pequeña, mediana, grande), el tipo de base (fija o móvil), el tipo de apertura (de trampilla, de pedal, etc.), el color o los colores, las normas que hay que cumplir (procesamiento de alimentos, protección contra incendios, etc.) y, por supuesto, la ubicación, especialmente la posibilidad de instalarlo en el exterior.
Descubra la herramienta de selección en el website de Manutan.es
Además de la bolsa de basura, que es algo más que un simple accesorio, hay muchas otras opciones que pueden mejorar el rendimiento del contenedor de clasificación de residuos de tu empresa:
Las empresas suelen pasar por alto la elección del contenedor de clasificación de residuos adecuado. Una gestión de residuos bien planificada y aplicada es un aspecto clave de cualquier política eficaz de RSC.
[1] Tereftalato de polietileno
[2] Polietileno de alta densidad
[3] Siglas en inglés de «Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico»: un método para controlar la seguridad alimentaria.