Creado a principios del siglo XX, en plena revolución industrial, y reconocido por sus cualidades ignífugas, el armario metálico tiene hoy una presencia casi obligatoria en cualquier taller. Robusto y práctico, existe en las más variadas formas y tamaños, lo que a veces dificulta su compra. Le proporcionamos algunas pistas sobre aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de elegir.
Un armario no suele ser una pieza aislada que pueda ocupar un sitio cualquiera en nuestro taller. Antes de elegir el modelo, es importante adoptar una perspectiva global: ¿cómo lo integraremos en medio de las demás piezas de mobiliario? ¿Es compatible? ¿Basta con un modelo estándar o deberíamos perder algo de tiempo para crear una configuración más personalizada? Algunas marcas (Lista, Bott…) proponen gamas completas con elementos modulares: mismas líneas de cajones, sistemas de división, colores, etc.
Muchos son los problemas de acceso y los casos de tiempo perdido debido a cerraduras y llaves. Afortunadamente, existen soluciones que permiten asegurar una buena organización:
– con cerraduras clásicas, que actualmente ofrecen verdaderas jerarquías de acceso con llaves maestras generales, llaves maestras parciales, llaves universales, etc.
– y con cerraduras electrónicas de apertura y cierre con código o tarjeta, que muchas de las más grandes y modernas empresas ya utilizan.
Pasemos por alto la obvia necesidad de conocer el espacio disponible y centrémonos en el interior de su futuro armario. Más que un simple volumen, el área de almacenamiento necesaria es donde debemos centrar nuestro análisis, basándonos en el tamaño de las herramientas o piezas que vamos a guardar. Compruebe minuciosamente el área disponible en cada estante o plataforma. Tenga en cuenta que esta zona puede ser más pequeña debido al espacio ocupado por las puertas: elija armarios con puertas batientes, que permiten un acceso al interior completamente libre, en lugar de las puertas con simples pivotes. Lo mismo ocurre con los cajones: algunos no se abren completamente, sino solo el 95 %, el 90 % o, en algunos casos, menos del 80 %…
Es verdad… un armario con 5 estantes que soportan una carga máxima de 100 kg cada una no necesariamente soportará una carga de 500 kg. En el momento de la compra, compruebe cuidadosamente la carga máxima total soportada por el armario.
Los cajones ofrecen un ahorro de espacio y una funcionalidad inmejorable. Para no desaprovechar estas ventajas, no olvide encargar las opciones de organización, que, mucho más que meros accesorios, son sencillamente indispensables: separadores, espumas, recipientes, cajas, tabiques perforados…
También debe prestar atención a la carga colocada en los cajones. Las cargas excesivas pueden ocasionar el volcado de los muebles. Para evitar estos riesgos, existen dos soluciones: elegir muebles que permitan abrir un solo cajón a la vez o fijar el mueble al suelo o a la pared. Además, los rieles (especialmente los rodamientos) están diseñados para una carga específica que, si se supera, provocará inevitablemente un desgaste prematuro. Una capacidad de 75 kg por cajón se considera generalmente que corresponde al 80 % de las necesidades de los usuarios.
Algunos armarios han sido diseñados para ser movidos con aparejo de elevación. Permiten limitar la manipulación de cargas pesadas cuando es necesario mover los muebles de lugar.
No olvide los pequeños detalles que marcan la diferencia en su trabajo diario.
Colores: para una localización más fácil y rápida y por razones estéticas.