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Gestión de residuos: los retos de los envases

Gestión de residuos: los retos de los envases
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El embalaje, además de ser indispensable para la venta, el envío y la protección de los productos, es también una fuente importante de residuos de todo tipo. El cartón, el plástico, el vidrio, el metal… Todos estos materiales suelen quedar inutilizados una vez que se saca el producto de su embalaje. Este problema hace que la gestión de los residuos sea un verdadero reto para los envases.

Mientras que el papel, el cartón, la madera y el vidrio son fácilmente transformables y reciclables, en el caso del plástico no sucede lo mismo. Sin embargo, el plástico es el 98% del principal material utilizado para los envases. El problema es tal que, según el informe medioambiental anual de la ONU, cada año se vierten 13 millones de toneladas de plástico en los mares. Su descomposición los transforma en nanoplásticos, que luego se encuentran en nuestros alimentos. Se calcula que el 90% del agua embotellada y el 83% del agua del grifo contienen plástico. Nos encontramos ante un círculo vicioso del que debemos salir, sobre todo porque los residuos de envases son cada vez más numerosos.

Cada vez más residuos de envases

En 2017, se produjeron 88,5 millones de toneladas de residuos de envases en la Unión Europea. Esto supone un aumento de 7 millones de toneladas en comparación con 2007. Con 18 millones de toneladas, Alemania es, con diferencia, el mayor productor de residuos de envases, seguido de Francia: 12,9 millones y el Reino Unido: 11,5 millones de toneladas. Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, también establece una relación directa entre la cantidad de envases, el número de habitantes y la vitalidad económica del país. A modo de comparación, un europeo genera una media de 32 kg de residuos de envases de plástico al año, frente a los 45 kg de un estadounidense y los 33 kg de un japonés.

Por otro lado, el comercio electrónico tiende a aumentar la dificultad. Según la Fevad – Federación de Comercio Electrónico y Venta a Distancia en 2019 se entregaron más de 500 millones de paquetes a compradores electrónicos europeos. Y, según las previsiones, es más que probable que, como consecuencia de la crisis sanitaria, el número de envíos de paquetes en Europa aumente más de un 20% este año. Pero cuando se trata de paquetes, todo gira en torno al embalaje…

Ambiciosos objetivos europeos

Desde 2018, una directiva europea establece objetivos específicos para la gestión de los residuos de envases. Se aplica a todos los tipos de envases, independientemente del sector de actividad. En primer lugar, anima a todos los países europeos a utilizar envases reutilizables y sistemas de confirmación. También se han fijado objetivos específicos de reciclaje. Como fecha límite, el 31 de diciembre de 2025, deberá reciclarse un mínimo del 65% en peso de todos los residuos de envases. A más tardar el 31 de diciembre de 2030, esta proporción debe aumentar al 70%.

Sin embargo, el 6 de octubre, un informe del Tribunal de Cuentas Europeo instó a los Estados miembros de la UE a acelerar sus acciones si quieren cumplir estos objetivos. De hecho, en 2020, los envases de plástico seguirán representando más del 61% de los residuos de plástico producidos por la Unión Europea. El informe también señala que, a pesar del aumento de los tonelajes reciclados: 4,55 millones de toneladas en 2008 frente a 7,09 millones de toneladas en 2017, “la cantidad de residuos no reciclados se mantuvo relativamente estable, con un valor cercano a los 9,5 millones de toneladas anuales” entre 2013 y 2017. También hay que señalar que los países europeos tienden a aumentar la proporción de residuos de envases exportados a terceros países. Así, habría pasado del 27% al 30% del total de las exportaciones de residuos entre 2012 y 2017.

Hacia los envases reciclables y reutilizables

Para alcanzar los objetivos fijados por la Unión Europea, el diseño ecológico de los envases se está convirtiendo en algo esencial. Se basa en tres ejes principales:

  • El diseño de envases más ligeros, hechos de un solo material.
  • Una elección de material basada en materias primas renovables.
  • El uso de materias primas recicladas o reciclables.

Algunos países europeos ya están muy avanzados en este campo. En 2017 se recicló casi el 42% de los envases de plástico domésticos en la Unión Europea. Lituania está a la cabeza con diferencia:74,2%, seguida de Bulgaria: 64,8%, y la República Checa: 58,8%. Por el contrario, Irlanda, Finlandia y Francia son los países con peores resultados, con un 30,5%, 26,5% y 26,4% de envases de plástico reciclados, respectivamente.

Sin embargo, el fin de los envases de un solo uso corresponde a una tendencia básica. No sólo los consumidores lo demandan, como revela un estudio de la startup Tipa, sino que ya existen soluciones muy innovadoras. Por ejemplo, Tipa está desarrollando envases totalmente compostables, como la piel de una fruta. Estas soluciones pueden utilizarse para envasar barritas de cereales, revistas, bolsas ziplock o láminas de protección de camisetas. Los mayores grupos europeos y mundiales de alimentación y venta al por menor también están en proyecto. Nestlé, Bonduelle, Danone, Carrefour, pero también Coca-Cola y muchos otros han anunciado recientemente su ambición de hacer que el 100% de sus envases sean reciclables o reutilizables para 2025.

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