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¿Cómo promover y gestionar la diversidad cultural en el trabajo?

¿Cómo promover y gestionar la diversidad cultural en el trabajo?
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El entorno profesional une a empleados de distintas nacionalidades, orígenes o culturas. Esta mano de obra diversa es un punto fuerte para las empresas, ya que alimenta su enfoque de la RSE y genera productividad e innovación. La discriminación laboral es perjudicial para el crecimiento de una empresa: los estudios demuestran que las empresas más inclusivas son las más eficientes. Una política de diversidad eficaz permite que todos los empleados se sientan incluidos, valorados y escuchados. ¿Te interesa saber cómo gestionar la diversidad cultural en tu empresa? Aquí te ofrecemos una visión general del contexto actual que fomenta la diversidad cultural en el lugar de trabajo, sus beneficios, así como los factores clave para el éxito de una política de diversidad.

¿Qué es la diversidad cultural en el trabajo?

En la Convención de 2005 para la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, la UNESCO define la diversidad cultural como “las múltiples formas en que se expresan las culturas de los grupos y sociedades”. Según esta definición, la diversidad cultural en el lugar de trabajo se traduce, por tanto, en diferentes formas de expresar las creencias y los valores en el ámbito profesional. Una política de diversidad cultural en el lugar de trabajo basa el rendimiento global de la empresa en la singularidad de los perfiles que la componen.

Una empresa integradora ve la diversidad cultural como una oportunidad. No se trata solo de contratar perfiles variados, sino también de garantizar que todos los empleados tengan la misma experiencia, independientemente de su sexo, orientación sexual, religión o raza. Las empresas inclusivas hacen todo lo posible para que todas las personas estén bien integradas. Esto significa establecer una comunicación interpersonal positiva sin barreras lingüísticas o culturales.

Cartas europeas para fomentar la diversidad en el lugar de trabajo

La diversidad cultural en el lugar de trabajo es fomentada por múltiples iniciativas en todo el mundo. Tras la adopción de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural en 2001, la ONU creó el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo. Este día rinde homenaje a las culturas en sus múltiples formas, incluido el entorno profesional.

Bajo el impulso de Francia, pionera en este campo, 26 países europeos han establecido ya cartas de la diversidad. Estas cartas ayudan a las empresas a aplicar su política de diversidad e inclusión. En la actualidad, 12.800 empresas han firmado una carta de la diversidad en Europa, que se aplica a 16 millones de trabajadores.

¿Por qué es importante la diversidad cultural en el trabajo?

La diversidad cultural en el lugar de trabajo es el núcleo del planteamiento de la RSE (Responsabilidad Social de las Empresas). Una política de inclusión de los empleados sea cual sea su cultura, favorece el bienestar de todos. Al responder a cuestiones medioambientales y sociales, el enfoque de la RSE es una fuente de crecimiento y creación de riqueza.

Más allá de la RSE, los beneficios de la diversidad cultural en el lugar de trabajo son abundantes para las empresas:

  • La diversidad de puntos de vista, experiencias personales, habilidades y personalidades puede estimular la innovación;
  • Un equipo con perfiles variados tiene más probabilidades de ver nuevas perspectivas y encontrar soluciones creativas a los problemas;
  • Un empleado seguro de sí mismo, que se siente integrado y que encuentra sentido a sus tareas es más productivo;
  • Una empresa conocida por valorar la diversidad cultural atrae nuevos talentos;
  • Al abrirse a culturas diferentes, los empleados ganan en creatividad;
  • Una empresa cuyos empleados están abiertos al multiculturalismo puede crecer más fácilmente a escala mundial.

Acciones para fomentar la diversidad cultural en el lugar de trabajo

Una política que promueva la diversidad cultural en el lugar de trabajo requiere una acción tanto interna como externa. Una campaña de comunicación que utilice la página web de la empresa como canal de difusión es una manera excelente de formar al público en general sobre este planteamiento. Naturalmente, su política de promoción de la diversidad cultural también afecta a las ofertas de empleo, fomentando que se presente el máximo número de perfiles.

Internamente, es importante fomentar la cohesión de los equipos, lo que ayuda a los empleados a sentirse parte de ellos. Puede desarrollar las relaciones dentro de los equipos de trabajo, tanto si están en el mismo lugar como si trabajan a distancia, creando “rituales”. También es una buena idea organizar algunos eventos de creación de equipos para reunir a los compañeros y aumentar el espíritu de unión.

Por último, puede fomentar la diversidad cultural en el lugar de trabajo uniéndose en torno a valores comunes. Aunque las distintas profesiones y proyectos de la empresa pueden tener un significado para los empleados, los valores son igual de importantes. Estos principios éticos forman parte de la identidad de la empresa y se aplican a todos los aspectos de su actividad. Las empresas deben hacer todo lo posible para que los empleados se adhieran a estos valores al tiempo que fomentan su propia cultura.

Implicar a toda la empresa en la política de diversidad cultural

La diversidad cultural de las empresas debe ponerse en práctica desde el momento en que se contrata a los empleados. El departamento de recursos humanos es, por tanto, el primero en implicarse en el planteamiento de la diversidad cultural en el lugar de trabajo. Su política de contratación puede favorecer perfiles únicos y crear equipos multiculturales. RR. HH. también debe apoyar a los empleados durante todo su tiempo en la empresa para garantizar que todos tengan el mismo acceso a la formación y al desarrollo interno.

Apóyate en la Dirección para crear un entorno de trabajo integrador y ayudar a evitar las tensiones que puedan surgir de las diferencias culturales. Un directivo puede actuar, en primer lugar, adaptando sus métodos a los distintos perfiles. En segundo lugar, debe ser capaz de analizar la dinámica relacional de su equipo. Esto le permite identificar y desactivar los conflictos que puedan surgir debido a malentendidos relacionados con las diferencias culturales. El proceso de inclusión debe extenderse a toda la alta Dirección de la empresa. Por tanto, los puestos directivos también deben estar abiertos a candidatos con formación en diversidad.

Por último, los propios empleados son actores clave en la política de diversidad cultural de la empresa. Deben ser informados de los compromisos de su empresa para que puedan adherirse a ellos. También se puede formar a los empleados sobre la diversidad cultural para asegurarse de que entienden el concepto. Esto les ayuda a aceptar mejor las diferentes prácticas y puntos de vista.

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