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¿Cómo mantener la actividad del almacén en caso de crisis sanitaria?

¿Cómo mantener la actividad del almacén en caso de crisis sanitaria?
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La crisis sanitaria ha obligado a las empresas a revisar a fondo las condiciones de trabajo. El objetivo es, por supuesto, crear un entorno de trabajo seguro para la salud de los empleados, con el fin de acogerlos con total seguridad. Grégoire Koudrine, Director de la Cadena de Suministro del Grupo Manutan, explica las medidas aplicadas en los almacenes de Manutan.

Manutan Francia – MAF: La rapidez con la que se tomó la decisión de confinar dejó poco tiempo a las empresas para reorganizarse. ¿Cómo gestionó los primeros días para que el negocio pudiera continuar?

Grégoire Koudrine: El confinamiento provocó sin duda un cambio de organización extremadamente brutal. En pocas horas, el número de personas que podían estar físicamente en los almacenes se redujo radicalmente. Evidentemente, lo mismo ocurrió con nuestros socios, nuestros transportistas, nuestros proveedores y nuestros clientes. De la noche a la mañana, todo el ecosistema de la cadena de suministro se vio alterado y tuvimos que ser muy creativos para reinventarnos y encontrar soluciones en un tiempo récord, no solo para nosotros, sino también para nuestros socios y clientes. Este tipo de crisis sirve claramente para abrir los ojos. Demuestra la resistencia de las cadenas de suministro. Está claro que este fue el caso de Manutan, ya que conseguimos restablecer una situación estable con bastante rapidez y volver a los resultados anteriores a la crisis. Por supuesto, la situación sanitaria sigue siendo muy inestable hoy en día y  es necesario estar alerta. Por eso seguimos muy de cerca nuestros indicadores de rendimiento y estamos muy atentos a nuestros clientes. A la menor alerta, debemos ser capaces de reevaluar constantemente nuestro sistema. Gracias a este esfuerzo y a la vigilancia en todo momento, hemos podido cumplir nuestros compromisos de entrega y mantener la confianza de nuestros clientes. La agilidad, tanto a nivel interno como con nuestros clientes, ha sido el núcleo de nuestro esquema.

MAF: ¿Cuál fue el papel de los equipos internos en el apoyo a este sistema?

Grégoire Koudrine: Todo el mundo mostró flexibilidad y adaptabilidad. La interfuncionalidad de los equipos era un elemento importante del sistema. Al principio, nuestros equipos llamaron a cada uno de nuestros clientes para asegurarse de que todo les iba bien y de que podían recibir nuestras entregas. La recopilación de información, ya esencial en tiempos normales para garantizar un procesamiento óptimo de los pedidos, fue más esencial que nunca en la situación que siguió al inicio del confinamiento. En concreto, gran parte de nuestros equipos de asesores de clientes, que antes se encargaban de atender las llamadas entrantes, pasaron a atender las salientes. Nuestros equipos de ventas, confinados en sus casas, también pasaron a las llamadas salientes. Nuestros equipos administrativos, aunque menos familiarizados con este tipo de tareas, también fueron convocados. Todo el mundo fue capaz de movilizarse para servir mejor a nuestros clientes y cumplir nuestros compromisos.

MAF: ¿Qué medidas se han tomado en relación con el funcionamiento y la seguridad de las personas en el almacén?

Grégoire Koudrine: Ninguno de nuestros almacenes cerró, lo que también fue un verdadero reto. Inmediatamente pusimos en marcha estrictas normas de seguridad e higiene, tanto para detener el virus como para tranquilizar a nuestros equipos. En la mañana del martes 17 de marzo, el día después de que se anunciara la contención, nuestros equipos de servicios generales recibieron a cada empleado con mascarillas, gel hidroalcohólico y una lectura de la temperatura. Estas medidas fueron muy bien aceptadas, a pesar de la dificultad que supone a veces trabajar con una mascarilla, especialmente en un almacén donde el trabajo físico es importante.

MAF: ¿Siguen siendo obligatorias estas medidas?

Grégoire Koudrine: Sí, siempre que la situación sanitaria lo requiera. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el protocolo nacional de desconfinamiento no permite imponer la toma de temperatura. Por lo tanto, entendemos a los empleados que se niegan a someterse a ella. Si se da el caso, se invita a la persona a trabajar lejos de sus compañeros, como medida de precaución. En cualquier caso, la toma de temperatura está muy bien aceptada porque todo el mundo entiende que es una medida preventiva colectiva, destinada a protegerse a sí mismo y a los demás.

De hecho, esta medida es muy tranquilizadora para los empleados, sobre todo porque los datos individuales no se conservan en ningún caso. De hecho, ¡no tendría sentido hacerlo! El objetivo es que todos acudan al trabajo con confianza y serenidad. Esto me parece fundamental para que todos avancemos juntos en la misma dirección. Por ello, me alegro de que nuestro plan de continuación de la actividad haya sido aprobado por el 100% de los representantes del personal.

MAF: ¿Cómo ha adaptado las medidas de distanciamiento social al trabajo en el almacén? 

Grégoire Koudrine: Se pegaron cintas en el suelo para marcar claramente esta distancia social de al menos un metro. También eliminamos todas las posibles zonas de espera para evitar el riesgo de agrupación y se instalaron paredes de plexiglás para evitar el riesgo de contacto. También hay guantes disponibles para quienes deseen usarlos. Por supuesto, todo el equipo de protección personal necesario está a disposición de todos. Además, a cada usuario se le asigna una máquina de manipulación individual para cada día, algo que ya ocurría antes de la crisis. Ahora tiene que asegurarse de desinfectarlo con toallitas al recogerlo por la mañana y devolverlo por la noche. Además, el 100% de las zonas de paso se desinfectan con mucha regularidad.

MAF : ¿Tienes algún consejo basado en esta experiencia para mantener la actividad en buenas condiciones?

Grégoire Koudrine: ¡La capacidad de escucha me parece esencial! Hay que escuchar a los clientes, pero también a los empleados. Esta crisis ha puesto de manifiesto situaciones personales a veces difíciles y me parece esencial mantener un vínculo permanente entre las personas que trabajan físicamente en los locales y las que teletrabajan desde casa. Por ejemplo, hemos enviado cuestionarios a todos nuestros empleados a domicilio. Esto nos hizo ver que no todo el mundo estaba en las mejores condiciones para teletrabajar. Algunos necesitaban una pantalla adicional, otros una silla más cómoda. Cada uno reaccionaba de forma muy diferente al confinamiento y era muy importante que escucharamos a cada persona individualmente.

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