Ya sea que estemos acostumbrados a unos pocos días al mes de teletrabajo elegido o que seamos completamente nuevos en la experiencia del teletrabajo, es obvio que la situación de confinamiento cambia el juego.
Todos tenemos que adaptarnos, para nosotros mismos y en nuestra relación con los demás, a esta nueva experiencia, al menos en cuanto a su duración.
Por eso nos gustaría compartir con ustedes algunas buenas prácticas para que todos logremos mantener una buena calidad de vida en el teletrabajo.
Aquí tienes algunos consejos sobre cómo organizar tu día y lograr un buen equilibrio entre el trabajo y la vida privada.
Diseñando su entorno de teletrabajo
El reto es crear una distancia simbólica a su esfera privada para reemplazar la distancia geográfica entre su casa y su lugar de trabajo que ha desaparecido. Pero también para reconstruir la organización de su oficina lo más posible para mantener sus marcas.
Por eso necesitas un lugar dedicado al trabajo, como una burbuja dedicada a tu teletrabajo, y en el que te sientas cómodo.
Para teletrabajar bien, necesitas…
DE TRANQUILIDAD
Haz lo mejor que puedas para privilegiar:
- Un lugar brillante y aireado
- Un espacio de trabajo tranquilo, alejado de la contaminación acústica doméstica como la que viene del exterior (¡que se atenúa en estos momentos de encierro!).
- Una superficie protegida de los derrames de líquidos
DE ERGONOMÍA
Reúne a tu alrededor el mobiliario y el equipo de oficina necesarios para que las condiciones de trabajo sean lo más eficientes posibles:
- Un cómodo escritorio y una silla de oficina dedicados a un ambiente de trabajo solamente
- Equipa tu ordenador con una impresora cargada de papel
- El material de oficina que normalmente necesita
- Un ratón y un teclado ergonómico, un brazo de pantalla flexible para mayor comodidad y para reducir los trastornos musculoesqueléticos.
¡La idea es tener todo a mano para trabajar!
Y recuerda cambiar de posición a menudo. Esto le ayudará a sentirse mejor con su cuerpo y a mejorar su salud mental.
Acelera tu día de teletrabajo
Perdiste los marcadores de tu día en la oficina. El viaje, sus colegas, los ritmos de su entorno habitual han desaparecido. Es inevitable que sea un poco confuso.
A lo sumo, cuando se trabaja en el teletrabajo, hay que mantener las rutinas habituales; de hecho, hay que adaptarlas al nuevo entorno de trabajo.
LAS RUTINAS QUE NECESITAS MANTENER
Vestirse y prepararse como solías hacerlo cuando ibas a trabajar. Todos los expertos son formales. Un equipo de trabajo profesional es un elemento indispensable de concentración.
Además, le permite, si lo desea, cambiarse al final de su jornada laboral para marcar claramente su regreso a la esfera privada!
MANTENER SUS HORAS DE TRABAJO
Con la misma flexibilidad de siempre. De hecho, lo importante no es forzarte al minuto, sino que tengas algunos puntos de referencia para no invadir tu vida personal.
El trabajo en colaboración es la otra razón por la que es importante mantener el horario. Trabajas con otras personas y necesitas trabajar en horarios similares para mantener la comunicación y la capacidad de respuesta.
LAS RUTINAS QUE PUEDES INVENTAR
Su relación con el tiempo se transforma necesariamente por su situación de teletrabajo. Una buena práctica es hacer una lista de tareas cada mañana; y asignar a cada tarea prioritaria una hora del día.
TOMAR DESCANSOS APROPIADOS A LA SITUACIÓN DE TELETRABAJO
Tanto en el trabajo a distancia como en la oficina, los descansos tienen dos virtudes:
- Para renovar su capacidad de concentración
- Alivia tu cuerpo, dolorido en caso de inmovilidad prolongada en la misma posición
- El ritmo adecuado para los descansos es parar de 5 a 10 minutos después de cada hora de trabajo.
Tienes la oportunidad de estar en casa con más libertad. Aprovecha la oportunidad de hacer las cosas que realmente le hacen bien a tu cuerpo:
- Estírese.
- Camina, abre los brazos para que te muevas.
- Respira por la ventana
- La pausa del almuerzo, por supuesto, es esencial para su calidad de vida mientras teletrabaja.
Ponte a disposición de tus colegas
Para evitar sentirse aislado, ¡no lo estés! Correo electrónico, teléfono, Skype o todas esas nuevas herramientas de colaboración que florecen con el confinamiento están a su disposición.
¡No descuides la importancia del contacto visual! Encender la cámara web de vez en cuando durante los intercambios ayuda a mantener el vínculo y a apoyar la moral. ¡Tuya y de su interlocutor!
Por el contrario, ¡no seas hiperconectada! Como en la oficina, necesitas momentos de concentración durante los cuales no estás disponible para los demás. Incluya estos momentos de “encuentro contigo mismo” en su agenda…
Y, por supuesto, tome su derecho a desconectar. Es fundamental para preservar su privacidad.
En conclusión, el teletrabajo nos lleva a ambos:
Para preservar al máximo los principios heredados de nuestros días en la oficina…
Inventar reglas específicas para mantener nuestra eficiencia profesional sin alterar nuestra esfera privada.
Imaginando ritmos y rutinas para mantener la distancia y preservar nuestra interactividad con nuestros colegas y todos nuestros otros interlocutores.
Si somos capaces de reunir todo esto, las probabilidades son que podremos encontrar el equilibrio que nos permita combinar la productividad y el bienestar en el trabajo.