El uso del término ” aprovisionamiento sostenible ” puede ser cada vez más frecuente en el contexto de la transición ecológica y la economía de los recursos (el sector energético, por ejemplo), pero ¿qué significa realmente?
El Aprovisionamiento sostenible se refiere a la compra que tiene en cuenta criterios económicos fundamentales (precio, calidad, plazos, etc.), así como los conceptos de desarrollo sostenible y responsabilidad social. Este artículo arroja luz sobre lo que significa aprovisionamiento sostenible, el estado actual de la práctica, cómo afecta a las relaciones con los proveedores y sus beneficios.
Los planteamientos de la contratación pública están constantemente obligados a cumplir criterios fundamentales como el precio, la calidad, los plazos de entrega y los niveles de servicio. Además de cumplir estos últimos, la contratación sostenible también debe cumplir nuevos criterios basados en el desarrollo sostenible y la responsabilidad social, en consonancia con el ciclo de vida global y las perspectivas económicas.
Desde la perspectiva del comprador, la compra sostenible consiste principalmente en equilibrar tres conceptos esenciales:
Haciéndose eco de la noción de desarrollo sostenible[1] definida por la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo creada por las Naciones Unidas, la plataforma digital global EcoVadis, diseñada para calificar y poner en común el rendimiento de la RSE, define el aprovisionamiento sostenible como “la adopción e integración de los principios del desarrollo sostenible en las decisiones y procesos de aprovisionamiento, al tiempo que se garantiza que cumplen los requisitos de la empresa y sus partes interesadas. Esto incluye tanto los productos y materiales desarrollados de forma sostenible como la responsabilidad sobre la conducta de los proveedores”.
[1] “Una forma de desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones actuales, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para responder a sus propias necesidades”.
Según los datos recogidos en un informe elaborado por GEP, proveedor especializado en soluciones de consultoría, externalización y tecnología para la cadena de suministro y compras, la mejora de la sostenibilidad es uno de los tres principales objetivos que se marcan los responsables de compras para el próximo año.
El creciente interés de las empresas por el desarrollo sostenible se ha visto impulsado por el refuerzo de los requisitos normativos que se pueden observar en las transacciones diarias de compras.
Entre los encuestados, 55% confirmó que sus indicadores clave de rendimiento (KPI) están vinculados a la estrategia de RSC de su empresa[2]. Esto podría incluir los plazos medios de pago a los proveedores, el porcentaje de proveedores sometidos a una auditoría de RSC o el porcentaje de compras que se espera que cumplan con los criterios medioambientales, sociales y/o societarios.
Este enfoque forma ahora parte integral de los procesos de compra y de la evaluación de los proveedores. Entre los compradores entrevistados como parte del último barómetro de aprovisionamiento sostenible publicado por EcoVadis, el 69% afirmó que tiene en cuenta el desempeño social y medioambiental de los proveedores a la hora de elegir a sus socios (hasta 18 puntos en comparación con el informe de 2019).
Además, el 51% de las empresas ha aplicado ya una política de aprovisionamiento sostenible (hasta 13 puntos en comparación con el informe de 2019).
En los últimos años, la atención se ha centrado en el aspecto ético y social de las transacciones comerciales. Este compromiso puede verse en la implementación de códigos de conducta de proveedores, cláusulas contractuales específicas y políticas integrales de aprovisionamiento sostenible.
Un 74% de las empresas implementó un código de conducta para proveedores (hasta 10 puntos en comparación con 2019).
[2] GEP, CPO Study 2022
Los servicios de aprovisionamiento no están solos en la evolución hacia enfoques sostenibles; sus acciones se ven reforzadas por una amplia gama de mejores prácticas y socios con ideas afines. El aprovisionamiento sostenible afecta a todas las partes interesadas. Los proveedores y su impacto medioambiental, social y societario son un componente tan crucial como las empresas y los compradores finales.
Consideremos la distribución de las emisiones de gases de efecto invernadero en el contexto de la huella de carbono. Hoy en día, el alcance 3, que incorpora todas las emisiones producidas por las distintas partes interesadas (proveedores, socios, clientes, etc.) representa una media del 80% al 90% del total de las emisiones producidas por las actividades de una empresa[3]. Esto significa que, aunque una empresa reduzca sus propias emisiones de carbono, no podrá lograr un impacto significativo sin la cooperación de toda la cadena de valor.
Para que esto ocurra, las relaciones entre compradores y proveedores deben someterse a una mejora continua. Trabajando mano a mano y responsabilizándose mutuamente, las empresas pueden animar a sus socios a adoptar un comportamiento y una toma de decisiones más sostenibles para proporcionar una oferta optimizada con el potencial de desbloquear nuevas oportunidades.
Este enfoque también tendría un impacto positivo en las relaciones entre las distintas partes interesadas. Según un estudio publicado por Forrester, 72% de las empresas cree que la aplicación de iniciativas centradas en la RSE ayudó a mejorar sus relaciones con los proveedores . Y este no es en absoluto el único beneficio del aprovisionamiento sostenible.
[3] McKinsey & Company, Buying into a more sustainable value chain, 2021
Cuantificar el rendimiento de la inversión de los enfoques de aprovisionamiento sostenible no es en absoluto sencillo. Sin embargo, los principales beneficios del aprovisionamiento sostenible son más fáciles de identificar:
Hoy en día, muchas empresas dan prioridad a la aplicación de una política de aprovisionamiento sostenible. Para las empresas que se enfrentan a las expectativas de todas las partes interesadas y a un panorama normativo cada vez más exigente, comprometerse con un enfoque de aprovisionamiento sostenible se está convirtiendo en la opción obvia, tanto desde la perspectiva de los responsables de compras como de los proveedores.
Las empresas aplican políticas de RSE de acuerdo con criterios bien establecidos para cumplir sus compromisos. Estas políticas se utilizan internamente para sensibilizar a los empleados y externamente con los proveedores y otros socios. Se puede crear un círculo virtuoso si todos trabajan juntos.
Mejores prácticas para garantizar el aprovisionamiento sostenible:
Combinar el aprovisionamiento sostenible, las políticas de RSE y el cumplimiento de la normativa está totalmente al alcance de la mano y puede suponer importantes beneficios para las empresas.