En febrero de 2019, la organización francesa ObsAR (Observatoire des Achats Responsables – Observatorio de Adquisiciones Sostenibles) publicó la 10.ª edición de la revista Baromètre des Achats Responsables (Barómetro de adquisiciones sostenibles), en colaboración con la empresa de investigación OpinionWay [1]. Ello brindó la oportunidad de realizar un balance de la integración de las adquisiciones sostenibles y éticas en las estrategias empresariales.
Antes de examinar cómo han cambiado las prácticas en el seno de los departamentos de compras, definamos qué se entiende por «adquisición sostenible».
En aras de la coherencia, nos apoyaremos en la definición dada por el ObsAR, la organización que está detrás del estudio: «La adquisición sostenible se refiere a cualquier compra que logre un equilibrio entre las partes interesadas en cuanto a requisitos, especificaciones y criterios que protejan y promuevan el medioambiente, el progreso social y el desarrollo empresarial».
Por lo tanto, la adopción de un enfoque de adquisición sostenible significa encontrar el equilibrio adecuado entre estos tres conceptos:
El primer dato es inequívoco: 9 de cada 10 empresas cuentan con una política de adquisición sostenible, la mitad de las cuales lleva en funcionamiento más de cinco años.
Este hábito está particularmente extendido entre las empresas con más de 250 empleados (83 %) y las organizaciones públicas (¡100 %!). Sin embargo, esta última cifra debe abordarse con cierta cautela, ya que solo el 26 % de los entrevistados procedían del sector público. Por otra parte, las empresas parecen tener más margen de mejora: el 13 % todavía no ha puesto en marcha una política de adquisiciones sostenible.
Asimismo, las políticas de adquisición se han ido formalizando cada vez más, con la integración de criterios de RSE [2] en declaraciones de misión, objetivos, aprobación de políticas por parte de la dirección, comunicaciones internas, implementación de procesos de evaluación de proveedores, etc.
En lo que respecta al medioambiente, las empresas se centran en:
Si bien la reducción del consumo ha sido el objetivo principal durante varios años (lo que sin duda está relacionado con la reducción de costes resultante), algunos temas son cada vez más importantes, como la vida útil de los productos y la adquisición de productos de diseño ecológico.
En lo que respecta a las cuestiones sociales y societarias, las empresas están buscando formas de promover:
En este frente, las tendencias se han mantenido estables en términos generales, salvo en el caso del empleo local, que ha subido 10 puntos desde el año pasado.
Las adquisiciones sostenibles forman ahora parte de las estrategias de las organizaciones públicas y privadas, o están en vías de hacerlo. Esta tendencia se ve ampliamente favorecida por el apoyo y la implicación de la dirección… ¿Y usted? ¿Ha puesto en marcha una política de compras sostenible en su empresa?
[1] Entre el 23 de octubre y el 7 de diciembre de 2018 se llevó a cabo un estudio cuantitativo online con un grupo de 185 responsables de la toma de decisiones sobre adquisiciones sostenibles.
[2] Responsabilidad social de las empresas
[3] El ecodiseño es el proceso de tener en cuenta la protección del medioambiente al diseñar un producto o servicio.