En un ambiente profesional en constante cambio, el bienestar de los empleados se ha convertido en una prioridad para las empresas. Un ambiente de trabajo ideal sería uno que garantice tanto la satisfacción como la motivación de los empleados, a la vez que potencie su productividad. Descubre en este artículo los detalles de los 6 puntos clave para crear un ambiente de trabajo ideal y favorecer así el bienestar de tus equipos en la empresa.
La comodidad y la ergonomía son dos factores fundamentales para la creación de un ambiente de trabajo ideal; un mobiliario adecuado, como sillas ergonómicas o mesas ajustables, previene trastornos musculoesqueléticos y mejora la calidad de vida en el trabajo. Los reposapiés, los atriles para el ordenador o los teclados ergonómicos ayudan a que los empleados mantengan una postura correcta a lo largo del día, promoviendo un ambiente agradable y productivo.
Es imposible negar el nexo entre bienestar y productividad de equipos: cuando alguien se siente a gusto y tranquilo en su espacio de trabajo, su eficiencia y concentración aumentan, por lo que es fundamental que las empresas tengan estos aspectos en cuenta a la hora de configurar los puestos de trabajo.
Crear espacios de relajación y convivencia en la empresa es decisivo para lograr un ambiente de trabajo ideal. La pausa fika (palabra sueca para “café”), es decir, descansos frecuentes a lo largo del día (uno a las 10, otro a las 15…), permite a los empleados recargar pilas y desconectar del trabajo por un momento. Estos momentos de relajación potencian la unión entre los equipos, que pueden liberar el estrés mientras estimulan su creatividad y productividad.
Para configurar estos espacios de relajación puedes optar por sofás, sillones, mesas de café, plantas o incluso juegos (futbolín, ping pong…), consiguiendo que los equipos se relajen y compartan momentos con sus compañeros.
Un ambiente de trabajo ideal también requiere una iluminación adecuada y una limpieza impecable de las instalaciones. Una correcta iluminación (luz natural, luces de neón apropiadas, lámparas de mesa…) mejora las condiciones de trabajo, previene la fatiga ocular y mejora la concentración.
En cuanto a la limpieza y el orden del puesto de trabajo, son dos factores que repercuten de manera directa en la productividad. Una mesa impoluta y ordenada ayuda a concentrarse y ahorra tiempo a la hora de buscar objetos o documentos importantes. Una colocación cómoda y estética (estanterías, armarios, cajones) contribuye a crear un ambiente de trabajo ideal.
Personalizar el espacio de trabajo es fundamental para crear un ambiente de trabajo ideal, y es vital que los empleados se sientan como en casa decorando su espacio con objetos personales, fotos o recuerdos entrañables. Este toque personal potenciará su bienestar y compromiso con el trabajo, recordándoles que están en un entorno hecho a su medida.
Además, personalizar el espacio de trabajo también contribuye a fortalecer el sentimiento de arraigo en la empresa; de hecho, los empleados que son libres de personalizar su puesto de trabajo son más proclives a identificarse con la cultura de la empresa y a compartir sus valores. Por tanto, es importante definir una estructura de los puestos de trabajo acorde a las necesidades personales de cada empleado a la vez que se mantiene una coherencia general para todos los equipos.
Las plantas en el lugar de trabajo aportan grandes beneficios, tanto estéticos como psicológicos. Ya sean artificiales o naturales, las plantas dan un tono verde y colorido al espacio de trabajo, creando una atmósfera agradable y acogedora; más aún, hay estudios que sostienen que ciertas plantas mejoran la calidad de aire y reducen la concentración de sustancias perjudiciales, lo cual es decisivo para garantizar un entorno saludable que fomente la concentración.
Además, un ambiente de trabajo sostenible también garantiza el éxito de la empresa. Gracias a prácticas cada vez más respetuosas con el medio ambiente (materiales reciclados, separación de residuos, productos sostenibles…) la empresa manifiesta su compromiso con la protección del planeta. Este planteamiento impulsa la motivación de los empleados y fortalece su implicación con los valores de la empresa a la vez que mejora su satisfacción con el trabajo y su bienestar.
Para crear un ambiente de trabajo ideal es imprescindible implantar una cultura de empresa positiva y solidaria, lo cual significa solidaridad entre compañeros, apoyo mutuo y comunicación. Un ambiente positivo estimula el crecimiento personal de los empleados y les permite desarrollar su potencial al máximo.
Conocer las vidas privadas de los empleados es también decisivo de cara a un ambiente ideal en el trabajo. Horarios flexibles, teletrabajo y la consideración de las circunstancias personales de cada uno son algunos aspectos que propician una buena conciliación. Para ser comprensivas, las personas que ostentan cargos de responsabilidad sobre otras deben entender y responder a las necesidades de sus empleados para garantizar unas condiciones laborales óptimas.
Un ambiente de trabajo ideal combina comodidad, ergonomía, espacios de convivencia, limpieza, personalización, compromiso medioambiental y una cultura de empresa solidaria. Estos 6 aspectos son decisivos de cara al bienestar y la productividad de los empleados, y constituyen las bases del trabajo del mañana.
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