Aunque el calor puede ser bienvenido en algunos casos, trabajar en una ola de calor no es lo ideal, ya que puede convertirse rápidamente en un calvario para los equipos. Fatiga, somnolencia, dolores de cabeza, desmotivación… son muchas las consecuencias que pueden afectar a la productividad de los trabajadores. Para preservar la salud física y la seguridad de los trabajadores, el trabajo en ola de calor debe gestionarse con medidas específicas que permitan combatir el calor intenso y mantener al mismo tiempo el nivel de actividad de la empresa.
Descubra algunas buenas prácticas para combatir las olas de calor en el trabajo, a través de nuestra infografía.