Ante el conflicto en Ucrania y las consecuencias que ha tenido en el suministro energético (subida de precios, riesgos de escasez, etc.), los países están intensificando sus esfuerzos para reducir el consumo de energía. La adopción generalizada del trabajo a distancia está contribuyendo a atajar la crisis energética. Para que estas medidas sean eficaces, las empresas y los empleados deben adoptar prácticas sostenibles.
El trabajo a distancia es una excelente manera para las empresas de reducir su huella de carbono. Sin embargo, esta opción es contraproducente cuando implica un consumo excesivo de energía en casa. Por tanto, es esencial concienciar a los empleados de la importancia de la transición energética. Al adoptar comportamientos ecológicos, estos pueden ahorrar dinero y contribuir a reducir las emisiones de dióxido de carbono en todo el mundo.
Los confinamientos provocados por la pandemia de COVID-19 obligaron a muchos empleados a trabajar desde casa. Las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero se redujeron en 2020 en unos 2400 millones de toneladas. Sin embargo, a finales de 2021, estas emisiones llegaron a alcanzar los 36 300 millones de toneladas, el nivel más alto jamás registrado. Ante esta situación, la implantación generalizada del trabajo a distancia es una solución viable.
Además, para reducir nuestro consumo de energía, es importante que nos replanteemos nuestras maneras de viajar. Hay diversas alternativas al coche que permiten lograr que los desplazamientos al trabajo sean más ecológicos: caminar, ir en bici, transporte público, compartir coche, etc.
El consumo de electricidad es uno de los aspectos más fáciles de controlar. Presentamos algunas acciones sencillas que pueden contribuir a reducir las facturas de gas y electricidad este invierno:
Las lámparas de escritorio también contribuyen a una buena salud ocular. Las bombillas de 4 W a 5 W con clase energética A++ son una opción energéticamente eficiente y proporcionan luz suficiente para realizar diversas tareas.
Un grado menos de calefacción ahorra un 7 % de energía. Como orientación para ahorrar energía al trabajar desde casa, la temperatura recomendada es de 19 °C. Pero, ¿cómo se puede mantener el calor al trabajar desde casa sin encender la calefacción? La mejor técnica consiste en llevar varias capas de ropa y optar por prendas térmicas de calidad. También es importante levantarse con regularidad, estirarse y hacer algo de ejercicio.
A veces, la calefacción de una vivienda unifamiliar es menos eficiente que la de una oficina. En tal caso, podría ser necesario realizar obras de aislamiento térmico. Este es un factor importante que considerar cuando una empresa implanta el trabajo a distancia. Puede ser sensato optar por trabajar desde casa en verano y desde la oficina en invierno.
¿Y qué ocurre con el consumo de energía de los dispositivos digitales? Trabajar desde casa se asocia a un aumento del uso de herramientas de videoconferencia. Para reducir el consumo de energía, es preciso elegir las aplicaciones más eficientes desde el punto de vista energético. La reproducción de vídeo en streaming consume mucha energía. Siempre que sea posible, es buena idea optar por las conferencias solo de audio.
Un correo electrónico de 1 MB consume el equivalente a una bombilla de 60 W encendida durante 25 minutos. Por eso, comunicarse por mensajería instantánea, reducir el tamaño de los archivos adjuntos y vaciar regularmente la bandeja de entrada son acciones respetuosas con el medio ambiente. Evidentemente, los empleados no lo notarán en sus facturas energéticas personales; el verdadero impacto se produce en el consumo de los servidores.
A nivel individual, el uso responsable de los dispositivos digitales puede ahorrar dinero. Los empleados preocupados por su consumo de energía pueden adoptar las siguientes prácticas:
Los dispositivos conectados consumen mucha energía. Al incorporar las prácticas mencionadas en la vida cotidiana, es posible reducir a la mitad el consumo de energía de un ordenador.
¿Cómo se puede planificar eficazmente el trabajo a distancia en una empresa? La creación de un plan de ahorro energético permite fijarse objetivos concretos. Presentamos tres maneras de ahorrar energía al implantar el trabajo a distancia.
¿Deben repartirse los días de trabajo a distancia a lo largo de la semana o debe elegirse un único día de trabajo a distancia? El segundo método es la mejor opción. Al establecer un día común para el trabajo a distancia, la repercusión en el consumo energético de la empresa será más significativa. ¿Qué día elegir? Si decide cerrar algunos edificios los viernes, puede reducir los gastos de calefacción en invierno.
Analizar el uso del espacio es un paso clave en un plan de ahorro energético. La implantación del teletrabajo conlleva el uso ocasional de los locales. En este caso, es posible ahorrar energía disponiendo de una oficina flexible. La idea es tener menos puestos de trabajo que empleados. Las mesas ya no se asignan, sino que se ocupan en función de los días de trabajo a distancia de cada empleado. Este planteamiento reduce el tamaño del espacio y el coste de calefacción y aire acondicionado.
Tus empleados pueden ser reacios a trabajar desde casa, por la repercusión directa en sus costes energéticos personales y en su comodidad de trabajo. El objetivo de la indemnización por teletrabajo es compensar el consumo de energía causado por el trabajo desde casa. No olvide tener en cuenta la ergonomía de los puestos de trabajo de sus empleados. Puede apoyarles plenamente facilitándoles equipos ecológicos adecuados para trabajar desde casa.
El trabajo a distancia no siempre es una opción adecuada para un plan eficaz de ahorro energético. La adopción de medidas ecológicas a diario permite a las empresas y los empleados ahorrar dinero y repercute positivamente en el medio ambiente.