Pocas circunstancias son tan difíciles de predecir como el clima. Por ello, es imprescindible estar bien preparado para las condiciones meteorológicas y sus cambios, tanto en invierno como el resto del año. Para un empleador, es especialmente importante tomar precauciones en caso de condiciones meteorológicas adversas en el trabajo para evitar inundaciones y los trastornos que provocan. Aunque estas catástrofes son imprevisibles, todavía es posible estar equipado para lidiar con ellas. Estos son nuestros consejos para que tu empresa y tus empleados estén a salvo de las inclemencias meteorológicas en el trabajo y de las inundaciones.
Igual que sucede con el fuego, los vientos fuertes, la nieve y las lluvias torrenciales pueden tener graves consecuencias en las instalaciones de las empresas y, por tanto, poner en peligro la salud y la seguridad del personal, impidiéndole llegar al trabajo o salir de él por culpa de tejas que vuelan, canalones que gotean o problemas de humedad, por ejemplo.
Reparar los daños causados por la meteorología en el trabajo puede costar mucho tiempo y dinero. Lo mejor que puede hacer un empleador para proteger su negocio de este tipo de daños es asegurarse de que todo lo que está unido al edificio sea lo más seguro posible:
Si las noticias han pronosticado fuertes vientos para las próximas horas en la región, deberías hacer lo siguiente:
Las empresas que utilizan maquinaria a diario, como las del sector de la construcción y las obras públicas, también deben planificar con antelación y proteger los equipos.
Si la empresa es propietaria de sus instalaciones, es responsabilidad suya tomar las precauciones mencionadas anteriormente. Sin embargo, si las instalaciones son de alquiler, estas pueden ser responsabilidad del propietario.
Las inundaciones en el trabajo pueden ser un problema importante y los empleadores deben prepararse siempre para lo peor, especialmente si las instalaciones están situadas en una zona inundable. ¿Cómo se puede estar bien preparado?
Puede parecer obvio, pero la mejor manera de protegerse frente a las inundaciones es contar con un plan de prevención en marcha, tanto a corto como a largo plazo.
A continuación, se indican algunas cosas que es necesario tener en cuenta como parte de un plan de emergencia y los preparativos que se deben hacer para las condiciones meteorológicas adversas.
El empleador debe comprobar periódicamente los avisos meteorológicos para saber si hay riesgo de inundación en la zona y cuánto tiempo se espera que dure. Por lo general, es posible consultar las condiciones meteorológicas en tiempo real del día con una simple búsqueda y recibir alertas de noticias sobre inundaciones en su zona. Si los edificios de la empresa corren el riesgo de sufrir inundaciones, a continuación, le indicamos cómo prepararse mejor para este difícil momento:
También es vital tener un buen seguro frente a inundaciones para poder optar a ayuda financiera. Es necesario asegurarse de que, si el equipo y los locales de la empresa resultan dañados o incluso destruidos por las inundaciones, el seguro cubrirá los costes y la aseguradora podrá hacer frente a la reclamación.
Si ya se han producido inundaciones en el lugar de trabajo una vez, desgraciadamente existe una probabilidad elevada de que se repitan en algún momento. Por lo tanto, es razonable poner en marcha planes a largo plazo para protegerse de inundaciones futuras y evitar las interrupciones tanto como sea posible. Esto es lo que debes incluir en tu plan:
Para el personal que trabaja desde casa y utiliza una habitación de la planta baja como oficina, la mejor alternativa sería trasladar su oficina al piso superior, si es posible.
Aunque no es posible proteger completamente a una empresa de los daños causados por las inundaciones, una planificación cuidadosa ayudará a minimizar el impacto de las inundaciones en el lugar de trabajo.