La elección de tus productos de higiene y limpieza refleja tu preocupación por el bienestar y la seguridad de tus equipos, y la protección del planeta. El principal reto es encontrar el equilibrio adecuado entre eficacia y riesgo para la salud de tus empleados y el ambiente. Esta guía incluye todos los elementos importantes a tener en cuenta a la hora de comprar.
La higiene de las manos es fundamental para evitar el contagio de virus, bacterias y levaduras. La normativa europea regula los productos específicos para garantizar su eficacia.
Al principio de la crisis sanitaria, una de las primeras acciones fue comprobar que el jabón de las zonas comunes era virucida. Hay que fomentar la compra de jabones desinfectantes para prevenir el riesgo de epidemia y garantizar una higiene óptima.
Teniendo en cuenta la frecuencia de uso del jabón, hay que preferir
productos suaves para la piel y con pH neutro. Las soluciones sin parabenos,
sin EDTA y sin conservantes son las mejores para evitar alergias e irritaciones
cutáneas.
No olvides elegir dispensadores de jabón adaptados a tus instalaciones (aseos, talleres, vestuarios, etc.). Tenga en cuenta los siguientes criterios a la hora de realizar su compra:
Por último, comprar jabones espumosos suele ser más económico. Al crear un mayor volumen de espuma en tus manos, los usuarios tienden a usar menos.
Algunas profesiones son muy sucias y requieren
el uso de jabones industriales. Los jabones convencionales no son lo
suficientemente fuertes como para eliminar las manchas de aceite, pegamento,
pintura o resina.
Los jabones profesionales se venden en forma de pasta, polvo o gel. Para quienes no tienen acceso a una fuente de agua, algunos geles o toallitas sin aclarado son eficaces para la suciedad industrial. Por el bien del ambiente, utiliza geles en lugar de toallitas.
Se recomienda el uso de microesferas exfoliantes en el sector industrial, ya que eliminan las manchas más resistentes. Para los restos de grasa, elija una fórmula enriquecida con glicerina. Los productos que contienen disolvente son adecuados para los restos de pintura.
Para garantizar una buena higiene de las manos, los desinfectantes de manos deben cumplir los requisitos del Reglamento Europeo de Biocidas. Son eficaces a partir de un volumen de alcohol del 60%. La mención de las normas en su ficha de producto certifica que han sido probados sobre una categoría de microorganismos. La desinfección completa está garantizada por los geles de triple acción:
Para una buena tolerancia cutánea, elige
productos que no contengan colorantes y que hayan sido probados bajo control
dermatológico. Las fórmulas enriquecidas con glicerina son más cómodas de usar,
ya que hidratan la piel sin pegarse a las manos.
Si instalas estaciones de desinfección en tus zonas comunes, animarás a tus empleados y visitantes a desinfectarse las manos con frecuencia. Colóquelos en lugares estratégicos. Los dispensadores cautivos deben rellenarse con productos de la misma marca. Los dispensadores universales son más económicos, ya que puede rellenarlos con envases de 5 litros de su elección.
¿Conoces el Círculo del Pecador? Este sistema define las cuatro acciones para una limpieza de calidad: productos químicos, potencia mecánica, temperatura y tiempo de contacto. Si se siguen estos pasos, es posible reducir la cantidad de producto utilizado. Para mantener una calidad de limpieza óptima, es necesario utilizar productos adecuados para sus instalaciones.
¿Tienes un lugar para la higiene en tu política
de RSC? Sí, e incluso un lugar central cuando se trata de comprar productos de
limpieza. Estas sustancias de limpieza provocan la contaminación del aire y del
agua. Si elige marcas respetuosas con el medio ambiente, podrá reducir
considerablemente su impacto en el medio ambiente y en la salud de sus
empleados. Puedes reconocerlas por las etiquetas Cradle
to Cradle, European Ecolabel o Ecocert. Para obtener estas etiquetas, los fabricantes deben
limitar o prohibir el uso de determinadas sustancias peligrosas.
Refuerza tu política ecorresponsable comprando
productos concentrados y recargables. Es una excelente manera de reducir la
cantidad de residuos, pero también el consumo de productos. En efecto, sus
operarios de mantenimiento podrán diluirlos en función del uso que hagan. La
etiqueta ecológica europea certifica la eficacia de un producto, incluso a
bajas dosis. Estos productos son biodegradables.
Los productos tradicionales (jabón, vinagre blanco, jabón negro, bicarbonato de sodio, etc.) se han convertido en componentes clave de la limpieza ecológica. Ofrecen una acción limpiadora muy eficaz. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no son desinfectantes.
¿Son estos productos más caros? No, son iguales a los productos no ecológicos, tanto en precio como en calidad.
¿Cuáles son las familias de productos de limpieza? Las dos categorías principales son los detergentes y los desinfectantes. Los primeros eliminan la suciedad y hasta el 80% de los microorganismos. Los segundos tienen una acción bactericida, fungicida o virucida. Por ejemplo, la norma EN 14 476 garantiza su eficacia contra los virus. Estos son los productos que hay que utilizar para limpiar superficies, suelos, instalaciones sanitarias, ventanas, etc. Antes de elegirlos, analice las necesidades de cada zona a mantener en función de los siguientes parámetros:
Parámetros a tener en cuenta | Productos de limpieza adecuados |
Nivel de exposición al microorganismo | Cuanto más utilices estas zonas, más regularmente tendrás que limpiarlas. Si es posible, elige un producto que sea a la vez detergente y desinfectante. Los desinfectantes sólo son eficaces en superficies previamente limpiadas. Las superficies porosas no se pueden desinfectar. |
Tipo de suciedad | Los detergentes se clasifican según su PH. Los productos alcalinos (desincrustantes) son adecuados para las materias orgánicas y los productos ácidos (desengrasantes, decapantes) eliminan la suciedad inorgánica. |
Medida de la dureza de su agua | Si la dureza de su agua es elevada, debe elegir productos con una acción antiincrustante probada. Además, utilizará los productos desincrustantes con más frecuencia. |
Una vez hecho
esto, puedes elegir productos que sean eficaces y tengan un impacto mínimo en
el ambiente. A continuación, calcula la cantidad de producto necesaria en
función de la frecuencia de uso de las zonas que se van a limpiar. Cuanto más
se utilice un espacio, mayor será la necesidad de mantenerlo.
Utiliza pictogramas para identificar los productos de limpieza que presentan riesgos para los limpiadores e invierte en el equipo de protección personal (EPP) adecuado si es necesario.
Los
accesorios más importantes para la limpieza de superficies son los paños de
microfibra. Su capacidad para absorber el polvo y los líquidos los ha
convertido en imprescindibles para la limpieza. Para evitar la mezcla de
microorganismos entre las habitaciones, es aconsejable utilizar un color por
espacio.
Las esponjas y los rodillos abrasivos se
diferencian por su color. Cada color determina el grado de abrasividad:
Por supuesto, tengas en cuenta la normativa de tu sector de actividad a la hora de comprar tu material. Por ejemplo, la norma alimentaria HACCP exige la codificación por colores de los cepillos para alimentos en cada zona para evitar la contaminación cruzada.
El carro de limpieza es muy práctico, puedes llevar cubos de agua, productos de limpieza, bayetas de microfibra, guantes, cubos de basura, toallas, aspiradoras… Para un uso ergonómico, debe ser fácil de manejar. Un carro pesado y engorroso puede provocar dolores de espalda. Por lo tanto, elija materiales ligeros y duraderos que sean adecuados para su sector:
El acero inoxidable es muy fácil de desinfectar
Invertir en
equipos de limpieza específicos permite realizar una limpieza más profunda. Los
beneficios para sus operarios de limpieza son triples: ahorro de tiempo,
reducción de la fatiga y disminución de los trastornos musculoesqueléticos
(TME). Al elegir máquinas de calidad, ayuda a todo tu personal a garantizar un
alto nivel de limpieza en tus instalaciones.
El aspirador es la máquina de limpieza básica. Puedes elegirla en función de su potencia, la calidad de sus filtros, su manejo y su nivel de ruido. Algunos modelos están más o menos adaptados a la configuración de sus locales: aspiradores de bote, de mochila o incluso de cepillo, para sus alfombras. Existen cuatro categorías de aspiradores:
La barredora es una herramienta para quitar el
polvo, que no debe confundirse con una aspiradora. Actúa como una escoba con un
movimiento de cepillado circular. Estas máquinas son cada vez más sofisticadas
y puede elegir entre los siguientes modelos:
Las fregadoras combinan la aspiración y el
cepillado con agua. Son las más adecuadas para zonas grandes y muy sucias o
para zonas que deben limpiarse con regularidad, como en un restaurante. Ofrecen
condiciones óptimas de uso cuando hay mucho espacio que mantener, por ejemplo
en un almacén. Es imprescindible utilizar productos de limpieza compatibles con
la máquina y respetar las dosis recomendadas. También es necesario equiparlas
con discos recomendados para el tipo de suelo y su estado de limpieza.
Para una limpieza más exhaustiva, el cepillo único
limpia, champú, decapa, pule y abrillanta sus suelos. Cada modelo se
caracteriza por la velocidad de sus discos. Lo elegirá en función del uso que
quiera hacer de él:
Baja velocidad (lavado, champú, decapado);
Alta velocidad (pulido y abrillantado);
Dos velocidades (combina todas las funciones).