La crisis sanitaria y los riesgos de contaminación que la acompañan están impulsando a las cadenas de suministro y a los agentes del comercio electrónico a encontrar soluciones innovadoras para evitar el contacto y la propagación del virus. En este sentido, los envases ofrecen varias soluciones favorables a la entrega sin contacto.
El covid-19 ha cambiado las modalidades de entrega, en particular las entregas de paquetes a domicilio. Si no es posible depositar el paquete directamente en el buzón del cliente, debe mantenerse una distancia de un metro entre el repartidor y el destinatario del paquete. En ningún caso se podrá entregar el paquete en mano. Tampoco es posible recoger la firma manuscrita del cliente. De hecho, la entrega sin contacto se ha convertido en una parte obligatoria del comercio electrónico.
En el comercio electrónico, la tecnología nunca está lejos de los envases. Esto es aún más cierto en un contexto sanitario complicado. El smartphone se convierte entonces en el mejor aliado de los clientes y de los comerciantes electrónicos. Un simple código QR o un código de barras colocado en el envase evita el contacto. Lo único que tiene que hacer el cliente es escanearlo con su teléfono para confirmar la recepción. Es tan sencillo como enviar una carta a la oficina de correos, sin tener que desplazarse.
Algunos operadores también ofrecen a los clientes la opción de firmar directamente el paquete y seguidamente, el repartidor lo fotografiará directamente desde su propio terminal. La foto documenta en este caso todo el proceso de entrega, que puede ser consultado por el destinatario en su área de cliente online.
Por último, se puede insertar fácilmente un chip RFID en el embalaje del paquete. El repartidor se limitará a dejar el paquete en el lugar acordado con el cliente: en un punto de relevo o en cualquier otro lugar seguro cercano a su domicilio, para que éste lo recoja.
La entrega con vehículos aéreos no tripulados sigue siendo la última barrera para la entrega sin contacto. Hay muchas oportunidades y experimentos en este campo en Europa. La Comisión Europea tiene previsto publicar una directiva en 2021 para unificar las normas de entrega con vehículos aéreos no tripulados en todos los países miembros.
Aunque la entrega en un entorno urbano sigue siendo hipotética por el momento en lo que respecta a la normativa, los vehículos aéreos no tripulados ofrecen una solución satisfactoria para operar la entrega de paquetes en zonas remotas o de difícil acceso, pero también para abastecer los centros de entrega cerca de los grandes centros urbanos. Otra ventaja es que la huella de carbono de los vehículos aéreos no tripulados es muy pequeña o incluso inexistente. Por tanto, esta tecnología está llamada a desarrollarse. Los envases tendrán que evolucionar en consecuencia y ofrecer materiales robustos y ligeros, perfectamente adaptados a las condiciones de entrega en entornos abiertos y por vía aérea.
Para ser totalmente eficaz, la tecnología sin contacto debe utilizarse, por supuesto, en toda la cadena de suministro. Desde el embalaje hasta la entrega final. Las soluciones de envasado automático ofrecen una alternativa interesante para evitar la manipulación. Sin embargo, representan una inversión importante. Tanto es así que la indispensable mesa de embalaje sigue demostrando su eficacia y sigue siendo con frecuencia una pieza clave en cualquier área de embalaje que se precie. Sin embargo, el contexto sanitario exige que todos los operarios estén equipados con los EPI: equipos de protección individual, adecuados: se requieren guantes, gel y mascarilla en cada puesto de envasado.
En un primer momento, esto puede parecer contrario a la intuición, pero el sistema sin contacto ofrece una buena oportunidad para trabajar en las relaciones con los clientes. Ofrecer a sus clientes aplicaciones móviles gratuitas para escanear y fotografiar sus paquetes forma parte de una experiencia de usuario satisfactoria. También requiere que el cliente pueda seguir todas las etapas de la entrega del paquete sin interrupción. A través de las aplicaciones de entrega, los clientes también entran en el mundo de la empresa a la que han hecho el pedido. Invierten su territorio de marca y se sienten acompañados de punta a punta. Una buena experiencia suele ser la base de la fidelidad del cliente. Por ello, una reflexión sobre los envases debe integrar las cuestiones relacionadas con el seguimiento de los paquetes.
Gracias a los sucesivos confinamientos en Europa, la oferta de Click & Collect se ha desarrollado considerablemente. Una vez hecho el pedido online, sus productos le esperan directamente en la tienda, empaquetados en una bolsa o un paquete. También en este caso, el envase es un elemento central en la relación con el cliente. Aunque el sistema Click & Collect requiere que el cliente vaya a la tienda, no necesariamente aprovecha la oportunidad de ver los productos que también están disponibles en el establecimiento. Especialmente en un contexto sanitario alterado, el cliente tiende a recoger su pedido y marcharse. El envase se convierte entonces en una extensión de la visita a la tienda. Debe incorporar su identidad de marca y transmitir el universo que el cliente no ha tenido tiempo de integrar al recoger su paquete.
En este contexto, el envase se impone realmente como una poderosa herramienta al servicio de la entrega sin contacto. Bien diseñado, puede compensar la falta de contacto físico entre una empresa y su cliente. Se convierte así en un vínculo inmaterial que puede ser más denso y permanente.